El prototipo de vivienda mínima de los chalets de la Ciudad, propio de la reformulación del concepto de la manera de vivir y habitar de la clase obrera española en los años 50-60, ha vuelto a la actualidad como parte de un aprovechamiento máximo de la superficie útil disponible en un entorno de elevado precio de la vivienda.
Este concepto necesitaría una revisión para adaptarse a las necesidades de la vida actual, a la mejora de la habitabilidad y, dentro de la filosofía de diversificación y desestacionalización del hospedaje en la Ciudad, al funcionamiento versátil y flexible según el uso que le dé el residente.
Las distribuciones heredadas, que daban más importancia a la capacidad de camas y minimizaba espacios de cocina -que se suplían por los servicios centralizados de comedor- serían revisadas y actualizadas según las posibilidades de cada tipo de chalet, produciendo así un conjunto de alternativas adaptadas al perfil de residente al que se quiera ofertar.
Como base de mejora común a todos los chalets, cada una de las piezas se condicionaría a unos mínimos exigibles:
Para llegar a estos mínimos, se llevarían a cabo determinadas adaptaciones de distribución que serían particulares a las posibilidades de cada tipo. De forma genérica, serían adaptaciones menores, si bien en algunos casos se desarrollarían intervenciones de mayor calado, ya sea por falta de espacio, espacios tortuosos o limitaciones para ubicar el mobiliario:
- Reubicación de la pieza del baño, ya se para darle unas dimensiones mínimas y/o por mejora global de la distribución
- Creación de dormitorios versátiles en los casos más ajustados, que mediante tabiques móviles, según necesidades, se pueden separar, o unirse en una sola habitación de varias camas. Idóneo para grupos de amigos.
- Conversión de un dormitorio normal en supletorio para aquellos en los que se necesite más espacio de otras piezas, sirviendo incluso como pequeño estudio. Apto para parejas, unidades familiares mínimas o solteros.
- Ampliaciones de superficie para cumplir unos mínimos en el espacio de estar y cocina. Limitado exclusivamente a los tipos P y S, se aplicaría un diseño coherente pero diferenciador del original, evitando desvirtuar la volumetría base.
- Otras intervenciones relacionadas, tales como ampliación de huecos de ventana, eliminación de particiones innecesarias o reubicaciones de puertas de paso, encaminadas a mejorar la luminosidad y diafanidad de los espacios ya de por si reducidos.