Patología

La situación hasta 2015 de cada una de las edificaciones de la Ciudad mostraba diversas lesiones que en muchos casos eran comunes a todas ellas. Aun siendo vistosos los desperfectos, no se alejaban demasiado a lo que se puede encontrar en unas edificaciones con 50 años de vida, expuestas a infinitud de agentes incluido la agresividad del clima costero, pero también a la baja calidad constructiva de entonces y la falta de uso y mantenimiento de estos últimos años. Dentro de lo que cabe, las diversas actuaciones llevadas a cabo mitigaron gran parte de estas lesiones.

Por otro lado, en 2015 las diversas actuaciones paliativas realizadas en los edificios ocultaron las lesiones presentes hasta entonces, pero no las solucionaron. Con ello se consiguió únicamente minimizar o frenar parcialmente el proceso de deterioro de las edificaciones con una intervención epidérmica y superficial. Aun así, existen casos en los que no se ha actuado dada la gravedad de las lesiones, imposibles de esconder.

En visión de conjunto, el estado es bastante aceptable y por lo tanto, las intervenciones que se puedan realizar son asumibles.

A continuación se explica el estado de las lesiones antes de 2015, divididas por sistemas constructivos básicos y ordenados de mayor a menor gravedad. En el plano se indica con iconos con los colores básicos ese nivel de deterioro. Las edificaciones con mayor cantidad de iconos rojos serían los que necesitarían una actuación profunda, mientras que aquellos iconos que queden sin colorear, indican que no se ha detectado patología en ese apartado.

Plano guía del estado de cada una de las edificaciones a 2011 en la que se indica el nivel de intervención de la que ya han sido objeto.


Cubiertas

  • Hundimientos: En 2014 se detectan los primeros hundimientos debido a la podredumbre o corrosión de los materiales de las cubiertas por humedad. Dicha situación podría extenderse a más chalets en un futuro.

 

  • Pérdida de piezas: Bastante habitual debido a los diversos temporales invernales y la falta de mantenimiento. La ausencia de piezas o de láminas impermeables pueden provocar humedades importantes dentro de las estancias, produciendo desprendimientos de pinturas, falsos techos y moho. Las intervenciones de 2015 han reparado en general estos desperfectos.

 

  • Vegetación: Principalmente en las edificaciones próximas a arbolado de gran porte, donde se producen sucesivas sedimentaciones debido a la falta de limpieza. Las intervenciones de 2015 han eliminado superficialmente la vegetación existente. Sin embargo, al no ser limpiada convenientemente la capa base bajo las tejas, ha vuelto a brotar de nuevo .

 


Aleros

  • Desprendimientos: Aparecen diversos casos de desprendimiento de cargas y cantos que dejan las armaduras vistas, permitiendo su corrosión. En los más graves, caída completa de tramos de alero, dejando desprotegidos los muros.

   

  • Fisuras: Presentes principalmente en los cantos, que pueden producir desprendimientos locales poniendo en peligro a las personas que puedan situarse bajo ellos. Las intervenciones de 2015 han reparado en general estos desperfectos, pero no se tiene constancia de la pasivación de las armaduras, por lo que es posible que con el paso del tiempo se vuelvan a presentar.

  • Humedades: Presentes por el abombamiento, manchas y desprendimiento de pinturas debido al escaso vuelo de las tejas o la falta de ellas. Las intervenciones de 2015 han reparado en general estos desperfectos.


Muros

  • Grietas Estructurales: Sobre muros de carga, principalmente debido a asientos diferenciales por una mala cimentación o por movimiento puntual del terreno. Son contados casos que revisten cierta gravedad, lo que motivó ya la reconstrucción de algún chalet.

  

  • Fisuras y desprendimientos: Resquebrajamiento de cargas o fisuras de retracción de poca importancia. También caídas de plaquetas de ladrillo y aplacados de piedra debido a la pérdida de adherencia del mortero o a la meteorización de la piedra arenisca. Este último fenómeno es especialmente notable en el chalet Langreo 65, donde la desintegración material llega a las fábricas de ladrillo. También pueden aparecer desprendimientos de recubrimientos en dinteles armados, dejando vistas las armaduras.

  Langreo 65

  • Humedades y vegetación: La falta de impermeabilización de la base de los muros y soleras no ventiladas permiten la entrada de humedad por capilaridad. También la falta o rotura de canalones pueden afectar a los muros por salpicadura. Adicionalmente, la falta de cuidados de las praderas producen la colonización de hiedras y artos (zarzas, escayos), que pueden producir desprendimientos de pinturas y cargas.

  


Estructuras

En este apartado sólo se estudian los chalets de dos alturas, hórreos y el resto de edificios con un sistema estructural a base de pórticos de hormigón. Generalmente se usaron hormigones de baja calidad, porosos, con irregularidad en áridos, cementos arenosos y armaduras lisas, que restaron adherencia a la mezcla y permitieron la corrosión.

  • Desprendimientos en Vigas: Pérdidas de recubrimientos que aceleran la corrosión de armaduras

  

  • Abombamiento en pilares: Encontrados en la base de los mismos, se deben a los esfuerzos horizontales, la hinchazón de las armaduras por corrosión y la rotura de estribos, reduciendo la capacidad resistente de estos. Son patentes exclusivamente en los hórreos de pilares cilíndricos (Rh1 y Rh2). Es necesaria su vigilancia por peligro de derrumbe.

 

  • Fisuras en vigas: Posible caída de recubrimientos de mayor o menor importancia.
  • Fisuras en pilares: Fisuras en cargas de mortero.

Cabe indicar los chalets tipo S sufrieron ya un refuerzo de pilares con recubrimiento de hormigón armado y ladrillo y la adición de otros bajo las vigas en ménsula a modo preventivo. También en el Pabellón se procedió en 2003 a un refuerzo de forjados.